Capítulo Uno
La luz mortecina de la calle se coló por las persianas de la habitación.
La joven de ojos marrones tan profundos y sinceros se estremeció ante el calor de los primeros días de agosto. Faltaban trece días para sus veinte primaveras. Al próximo año tendría veintiuno, ¿Y qué haría entonces? No pensaba casarse pronto, pero tampoco quería seguir bailando de lunes a domingo con Madame L’amour. Sentía que la cabeza le iba a explotar.
─ Scarlett —Escuchó la aprensiva voz con acento francés detrás de ella. Se giró elegantemente, como estaba tan acostumbrada a hacerlo desde siempre.
─ Madame —Saludó con cortesía, dibujando en su rostro una falsa sonrisa.
─ Has estado distraída en todo el recital, Scarlett. ¿Es que piensas que serás una buena bailarina comportándote de ese modo?
─ Me sentía un poco mal, disculpe.
─ ¿Sentirte mal? ¿Crees que eso lo justifica todo? ¡Qué niña! Cuando yo tenía tu edad, me enfermé terriblemente, y aún así completé un recital de ballet.
«Sí, pero yo soy yo, usted es usted» Quiso contestarle Scarlett, pero en lugar de eso, sonrió tímidamente y contestó con un leve susurro.
─ No volverá a suceder. —Prometió guardando sus cosas en la bolsa de ballet para después cerrarla.
─ Eso espero. Nos vemos, las clases empiezan a las seis de la mañana, no llegues tarde. —Scarlett asintió y cuando la mujer salió de los vestidores, volvió a derrumbarse.
«Todo estará bien» Se dijo.
Con un largo y quejumbroso suspiro, estiró sus largas piernas, inclinándose sobre ellas hasta rebasar con sus manos las puntas de sus pies. Terminó de desperezarse y se sujetó una parte del cabello con tiernas horquillas azules. Su vida era terriblemente monótona. ¿Alguna vez tendría algo de diversión? Se colocó el sobre el cabello oscuro un sombrero con un corto velo azul.
Las calurosas calles de Tennessee aún estaban repletas de gente a pesar de ser las diez. Esa noche, su padre no había podido ir a por ella, pero igual su casa no quedaba lejos. No «demasiado» lejos. Optó por caminar. El aire fresco de verano le inundó los sentidos, y unas elegantes bailarinas rosadas bailotearon en su mente.
Estaba tan cansada de presentaciones superficiales, tan cansada de la gélida relación entre sus padres y con ellos, de que su única mejor amiga estuviera a punto de casarse, de que no encontrara un lugar en donde estar tranquila, sin pensar en el futuro ni en el presente. Estaba tan cansada de todo.
El barullo de la gente se incrementó conforme se acercaba a aquellas casas de apuestas que tanto odiaba. Su padre solía visitar aquellos asquerosos negocios, se emborrachaba y perdía la razón. Más de dos veces, a ella le había tocado abrirle la puerta cuando Verónica, su madre, estaba tan enfada como para abrirle a su marido a las cuatro de la madrugada. Aquellos miserables “negocios”, si era así como se les solía llamar, habían acabado con la paz familiar.
El abrumador olor a tabaco y licor le penetró la nariz cuando pasó por enfrente del local.
─ Por eso aquél cerdo… ¿Cómo se llamaba ese idiota? Oh, sí, Roberto Holmes, perdió todo: su esposa lo engaña, su hija… es una prostituta oculta tras una «agraciada» bailarina… poco falta para que quede embarazada y el responsable la deje como la cualquiera que es. —Decía ebriamente un hombre; Harris Johnson. Scarlett se quedó helada al oír esas palabras… accidentalmente del chófer de su padre. Los ojos se le llenaron de lágrimas, ella sabía lo que la gente pensaba de ella, y es que el pueblo de Tennessee siempre estaba dispuesto a creer lo que fuese de su familia, por el sólo y simple hecho de que su madre fuera mexicana. Quiso articular palabra, pero…
─ Por eso aquél cerdo… ¿Cómo se llamaba ese idiota? Oh, sí, Roberto Holmes, perdió todo: su esposa lo engaña, su hija… es una prostituta oculta tras una «agraciada» bailarina… poco falta para que quede embarazada y el responsable la deje como la cualquiera que es. —Decía ebriamente un hombre; Harris Johnson. Scarlett se quedó helada al oír esas palabras… accidentalmente del chófer de su padre. Los ojos se le llenaron de lágrimas, ella sabía lo que la gente pensaba de ella, y es que el pueblo de Tennessee siempre estaba dispuesto a creer lo que fuese de su familia, por el sólo y simple hecho de que su madre fuera mexicana. Quiso articular palabra, pero…
─ Es sorprendente la forma en la que habla de la mano que le da de comer, señor Johnson. Por la mañana verá si el respetable señor lo toma de la misma manera que yo… o simplemente lo despida. ¿Qué cree usted que sea lo más probable?
Se quedó estática. La boca se le secó hasta dolerle. La cálida pero rasposa y profunda voz habló por ella. ¿Quién habría sido, de todos los asquerosos hombres ebrios que se encontraban a la puerta del local? Aunque aquella voz se escuchaba más sobria que nadie. Dura, ronca, autoritaria… solemne.
─ No digas una sola palabra. —Le advirtió en un murmullo, con los dientes apretados. La voz sonó cerca del oído, enredándose en su tímpano, y un cálido aliento de menta le rozó la piel. Una fuerte pero cariñosa mano la tomó por un codo, y la sacó de las penumbras, llevándola hacia una zona más iluminada y alejada.
Se sintió humillada, desdichada cuando el hombre alzó su rostro, encontrándose con una cascada de lágrimas.
─ Su hija es una prostituta oculta tras una «agraciada» bailarina… el responsable la deje como la cualquiera que es. —Las duras palabras de aquél hombre que tanto significaba para la familia se repetían incesablemente en sus oídos.
─ ¿Cuánto has escuchado? —La extraña voz le taladró los sentidos. Un hormigueo le recorrió la piel, y apretó los ojos aún más, no quería ver el rostro de aquél hombre. Él repitió su pregunta, arrastrando las palabras.
─ Déjeme marchar. —Le rogó Scarlett, totalmente derrumbada.
─ Diablos, debí dispararle a ese estúpido en el trasero. Escúchame, sé quién eres, te he reconocido; te llevaré a casa. Demonios, deja de llorar.
─ Déjeme sola, por favor.
─ No. —Dijo antes de sacar improperios en contra de Harris Johnson, utilizando adjetivos que hicieron a Scarlett sonrojar y abrir los ojos de golpe. Entonces lo observó anonadada. Aquél hombre era perfecto.
De estatura imponente, hombros anchos y caderas estrechas que se dibujaban con el esmoquin blanco que llevaba puesto; sus largas pestañas adornaban los ojos avellanados que brillaban enfadados mientras los labios gruesos y rosados se movían de manera peculiar. Las pobladas cejas se alzaban y volvían a caer en cada expresión, frunciendo el ceño; y la nariz tenía un toque aristocrático. Era… exageradamente apuesto.
Se secó las lágrimas con el dorso de la mano y acomodó rápidamente su sombrero.
─ Pare ya. —Espetó recogiendo los pedazos de su dignidad del suelo. Volvió a su carácter inquebrantable de nuevo, y lo miró retadora a los ojos, aunque se sentía estúpida por llorar frente a él, pero sólo había sido un momento de debilidad por las fuertes e inesperadas palabras que acababa de oír. — Le agradezco su… —dudó— ¿Rescate? O lo que haya sido, pero llego tarde a casa y mis padres se preocuparán por mí, gracias nuevamente, y pase buenas noches. ¿Señor…? —Inquirió antes de disponerse a ir. Sentía las rodillas de gelatina.
─ Coronel Joseph Miller. —Contestó él con un ego del tamaño del mundo. Scarlett negó con la cabeza agachada, y la alzó sonriente.
─ Muchas gracias, «Coronel Joseph Miller». —Dijo estrechando su mano, y se notó temblar. Se giró, reprendiéndose a sí misma y se alejó con suaves pasos torpes.
aww que lindokoo capituloo
ResponderEliminarpuff maldito harry , que se cre el
siguela pronto lilly
Ame *-* la tiene que seguir porfa!!
ResponderEliminarAtt;; Ale (:
aww gracias mom sexiee!! si lo sé, peenchee viejo naco y borrachin uu' hare q un tren le corte un dedo u.u XDD wow cuanto qiero a mis personajes :| XDD claro q la seguire pronto mom ^^
ResponderEliminarawww me alegro te gustara Ale *-* claro q la sigo!! maañana u.u XD sqe hace sueñito ya zzz XD gracias nena ily
ResponderEliminarAMEEEEEEEEEEEEE *-*
ResponderEliminarSIGUELAAAA LILLY <33
seguro es danny! gracias corazon!!
ResponderEliminarEstupendo el capitulo uno!*-*
ResponderEliminarSiguela!
Pt:siguiela.,.,monny
corazoon!! no enteerada qe tenias otra nove aqii.. esperoo qe la trmines ehh? sabs qee amo cm escibs po smp me dejas cn la duda grr jajajaja siiguela pronto lilly
ResponderEliminaratte alba ;)
la verdad es tu me encanta tu nove con solo leer la trama y el primer capiii LA AMOO me gusta mucho tu modo de escribirr y mas si es de los JONAS siguela pleaseeeeeeeeeeee maria desde venezuela
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